El SUTEPA denunció que la inflación “erosiona” el poder adquisitivo de los empleados y los jubilados. Apuntaron contra el Gobierno de Milei, a quien acusaron de usar al sector como “variable de ajuste”.
El Sindicato Único de Trabajadores del Ente Provincial de Salud de la Tercera Edad (SUTEPA) lanzó un contundente comunicado en el que declaró el “malestar” de los trabajadores de PAMI por el “deterioro” de sus ingresos y reclamó con “urgencia” un incremento salarial, tras casi 300 días sin recibir ningún aumento.
A través de un duro documento, el gremio que representa a los trabajadores de la obra social para jubilados describió un escenario crítico, marcado por el congelamiento salarial en un contexto de alta inflación, despidos y recortes en la provisión de medicamentos. “Iniciamos el 2025 con despidos y recortes en medicamentos, después de tener un año previo de ajuste y con paritarias con techo”, señaló el texto, en referencia a la política oficial de limitar las negociaciones colectivas.
El sindicato argumentó que la caída del salario real no es un problema aislado de su sector, pero enfatizó su impacto directo en la calidad de vida. “Sabemos que la caída salarial no es heterogénea, las y los jubilados están peor. En todos los casos la consecuencia es la pérdida en la calidad de vida”, expusieron, estableciendo un vínculo directo entre su situación y la de los afiliados a los que sirven.
El comunicado no duda en señalar responsables. Afirma que, “desde la asunción del gobierno de Milei, el bienestar de las familias trabajadoras es la variable de ajuste”. Además, alertó sobre la perspectiva económica: “La perspectiva del rumbo económico no es mucho más alentadora, se hace cada vez más difícil llegar a fin de mes y se amplía el nivel de endeudamiento”.
El SUTEPA enumeró lo que considera un “retroceso” en sus derechos: desde la lucha contra el impuesto a las ganancias y el reclamo de un bono por el día del trabajador, hasta la actual situación de congelamiento. “Tomemos dimensión del retroceso”, instaron.
Con un llamado a la unidad y la movilización, el gremio concluyó: “Ya no queda tiempo, es urgente unirnos en solidaridad para alzar nuestras voces y reclamar. Basta de divisiones, de disciplinamiento colectivo, de temores y de renunciar a nuestros derechos”. Reafirmaron su orgullo como trabajadores de una institución clave para la salud de los adultos mayores y exigieron “salarios que permitan brindar seguridad económica a nuestras familias”.
Hasta el momento, desde el Gobierno nacional no se ha emitido una respuesta oficial al reclamo formulado por el sindicato de PAMI. La situación pone nuevamente en foco la tensión en la relación entre la administración de Javier Milei y los trabajadores del sector público.