En un contexto histórico marcado por la proscripción del peronismo y la persecución a los sindicalistas, el mediometraje “En Marcha…!” (1964), dirigido y narrado por Hugo del Carril, emerge como una herramienta fundamental para disputar el sentido de lo sindical en la opinión pública. Producido por el Sindicato de Luz y Fuerza Capital Federal, este documental ficcionado no solo rescata la memoria de las luchas obreras, sino que también visibiliza los derechos conquistados y proyecta una identidad sindical basada en la unidad, la solidaridad y la justicia social.
La disputa por el sentido en la opinión pública
En un país donde los medios hegemónicos históricamente han estigmatizado al movimiento obrero, asociándolo con la violencia, la corrupción o el atraso, “En Marcha…!” se erige como un contrarrelato. A través de una narrativa emotiva y poética, el documental construye una imagen positiva de los trabajadores organizados, mostrándolos no como meros reclamantes, sino como protagonistas del desarrollo nacional.
En la década del ’60, cuando el peronismo estaba prohibido y los sindicatos eran vistos con desconfianza por sectores de la sociedad, este audiovisual busca reivindicar el rol del sindicalismo como pilar de la democracia y la justicia social. Como señala Daniel James en Resistencia e integración (2010), los sindicatos se convirtieron en la principal expresión institucional del peronismo tras el golpe de 1955. “En Marcha…!” refleja esa resistencia, pero también la capacidad de construir derechos más allá de la coyuntura política.
Los derechos que se visibilizan y ponen en juego
El documental recorre la historia del Sindicato de Luz y Fuerza desde sus orígenes, contrastando las duras condiciones laborales previas a la organización gremial con las conquistas alcanzadas gracias a la lucha colectiva. Entre los derechos que se destacan, se encuentran:
- Derecho a una retribución justa: Se muestra el contraste entre el salario miserable de un obrero antes de la organización sindical y el salario digno obtenido tras la firma de convenios colectivos.
- Derecho a condiciones dignas de trabajo: Las imágenes de trabajadores sin equipos de seguridad son reemplazadas por otras donde aparecen con indumentaria adecuada, gracias a las normativas impulsadas por el gremio.
- Derecho a la salud y seguridad social: Se exhiben las mejoras en atención médica, la creación de policlínicos y la protección ante accidentes laborales.
- Derecho a la recreación y la cultura: Uno de los aspectos más innovadores del documental es cómo retrata el “rol ampliado” del sindicato, que construye villas olímpicas, colonias de vacaciones, bibliotecas y teatros para los trabajadores y sus familias.
- Derecho a la participación en la gestión empresarial: El film celebra la incorporación de directores obreros en las empresas de energía, un hito en la democratización del trabajo.
Estos logros no son presentados como dádivas, sino como fruto de la organización y la lucha. El documental subraya que, sin sindicatos fuertes, los trabajadores quedan a merced de la explotación.
La identidad sindical como eje narrativo
“En Marcha…!” construye una identidad sindical basada en tres pilares:
- La unidad como fuerza transformadora: Las escenas de trabajadores reunidos en asambleas o marchando juntos refuerzan la idea de que solo la organización colectiva permite conquistar derechos.
- El peronismo como horizonte político: Aunque la proscripción obliga a un lenguaje metafórico, la figura de Perón está presente en cada conquista, desde la Secretaría de Trabajo hasta el convenio colectivo que lleva su nombre.
- La familia como beneficiaria: A diferencia de las representaciones individualistas del trabajador, aquí se muestra cómo los derechos sindicales mejoran la vida de toda la familia obrera.
La comunicación sindical como herramienta de lucha
El documental no solo informa, sino que persuade y moviliza. Utiliza recursos del melodrama (como la historia de Acosta, el obrero que pasa de la miseria a la dignidad) y del cine político para generar identificación emocional. Como señala Clara Kriger en Cine y propaganda (2021), los docudramas peronistas combinaban realidad y ficción para construir una “utopía justicialista” alcanzable.
Hoy, en un contexto donde los medios dominantes suelen criminalizar la protesta social, “En Marcha…!” sigue siendo un ejemplo de cómo la comunicación sindical puede disputar sentidos, reivindicar la historia y proyectar un futuro de derechos.
Conclusión: Memoria y futuro
Recuperado del olvido tras ser destruido por la última dictadura, “En Marcha…!” es más que un documento histórico: es un manifiesto sobre la importancia de lo sindical. En tiempos donde se intenta debilitar a los gremios, este audiovisual recuerda que, como dice su narración final, “unidos avanzamos hacia una vida más digna”.
La batalla cultural por el significado de los sindicatos sigue vigente, y obras como esta demuestran que el cine puede ser un arma poderosa en esa lucha.
Nota: Este artículo se basa en el análisis del mediometraje “En Marcha…!” (1964) realizado por Leticia Conti realizado para el Seminario Feos, Sucios y Malos de comunicación sindical. Puede consultarse completo acá https://docs.google.com/document/d/1scKCufU7AsmZsmH7Odpdu5tgrDTPFq96W0-lRl5LdaA/edit?tab=t.0